10.1.16

Els contes de sempre. Pilarín Bayés (reseña en castellano)




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Con doce años me regalaron un estuche de madera con un dibujo de una clase donde los alumnos aparecían juguetones y divertidos. Yo lo llamaba "el estuche de la Espardenyeta", ya que los dibujos eran los mismos que los que ilustraban un libro de catalán que tuve de pequeña, cuando hacía segundo de EGB, y que fue mi primer libro de catalán, llamado "Tres i no res". Este libro contenía la historia de una niña que se llamaba Espardenyeta, y los dibujos eran obra de una tal Pilarin.

Desde ese momento, y durante todos los años de instituto, me dediqué a recopilar y copiar cualquier dibujo que cayera en mis manos que fuera obra de esta grandísima ilustradora que supe que se llamaba Pilarín Bayés. Durante los estudios de magisterio y después por mi trabajo, he tenido que hacer muchos dibujos, y reconozco que siempre tienen un "aire" de Pilarín, puesto que soy una enamorada de ellos. Sus dibujos tienen un toque muy personal: se distinguen de otros por su carácter ingenuo, un poco infantil, llenos de gracia y fresca ironía.

Pilarín es una de las ilustradoras catalanas más populares y comprometidas con la lengua y la cultura catalana, desde los tiempos de la transición hasta hoy en día. A lo largo de su trayectoria ha publicado más de ochocientos libros, aparte de haber ilustrado infinidad de folletos, carteles, aucas, postales... Podéis entrar en su web y conocerla más de cerca.

Cuentos de siempre es un volumen grueso, de 320 páginas, que contiene las adaptaciones de los cuentos clásicos más conocidos de Jacques Perrault, los hermanos Grimm, o Hans Christian Andersen, entre otros autores:

- Patufet,
- Blancanieves,
- La Cenicienta,
- Las siete cabritas y el lobo,
- Caperucita roja,
- La bella durmiente,
- La ratita presumida,
- El flautista de Hamelin,
- El soldadito de plomo,
- Pinocho,
- El patito feo, y
- Los tres cerditos.

Este es un libro que recomiendo tener en casa, tanto si tenéis hijos, como si deseáis disfrutar de los cuentos clásicos ilustrados magníficamente por Pilarín. Es un buen recurso para la lectura de estas hermosas historias a nuestros pequeños, y así como para la lectura compartida con ellos, o incluso para su propia lectura individual, si ya conocen la letra de imprenta, con seis o siete años.

Si tenéis ocasión de hojearlo, seguro que os cautivará tanto como a nosotras.