24.2.18

RESEÑA "UN DESTINO PROPIO", de María Montesinos

SINOPSIS


Héctor Balboa, un indiano enriquecido en Cuba, regresa al cabo de los años a España con la intención de reconciliarse con su pasado e introducirse en los influyentes círculos económicos e industriales de la sociedad de 1883. Llega rebosante de planes de progreso y con la esperanza de hacerse un sitio respetable en su tierra natal, Santander. Sin embargo, pronto se dará cuenta de que para formar parte de esa sociedad deberá aceptar sus rígidas reglas y acordar un matrimonio ventajoso con alguna joven casadera que le abra las puertas a los grandes negocios forjados entre los políticos, empresarios y aristócratas que se dan cita cada verano en Comillas. 



Balboa no dudará en sacrificar el amor a sus propias ambiciones personales hasta que se cruza en su camino la obstinada Micaela Moreau, una joven solterona de Madrid, empeñada en cambiar el destino de las niñas sin educación y al mismo tiempo, defender su libertad e independencia frente a los designios marcados por su familia. 

Una historia de amor que cambiará el rumbo de dos corazones decididos a perseguir sus propios destinos, sin doblegarse ante las convenciones del momento.


FICHA
Un destino propio
María Montesinos
Publicación: 1 de marzo de 2018
Ediciones B (387 páginas)
Género: Novela romántica histórica

Clica sobre la bandera per a llegir la versió en català

OPINIÓN PERSONAL

📓 Un destino propio, de María Montesinos, es una magnífica novela histórica con una historia romántica de telón de fondo que he tenido el privilegio de leer antes de que se publicara. Ya había leído a María Montesinos en su novela El mapa de mi piel, de la que también hice una reseña (léedla aquí si os apetece). Cuando María me ofreció Un destino propio, no lo dudé. Aunque el género no era el mismo, sí que lo era la escritora. Estaba segura de que disfrutaría con cualquier historia que me contara María. Y no me equivoqué. Me ha gustado tantísimo que ahora mismo no podría decir cuál de las dos me ha atrapado más. Y no tienen nada que ver entre ellas. Supongo que, cuando una escritora se pone a hacer su magia, las palabras te llevan a un lugar lejano donde vives la trama al mismo tiempo que te la enseñan los personajes. 

Confieso que la novela no me ha durado más de dos días. Y es que la historia en sí, las reivindicaciones que nos enseña, y todas las pequeñas perlas escondidas que vamos encontrando, nos deleitan en la lectura de una novela extraordinaria. El tipo de trama que quedaría absolutamente estupenda en una película. Todo ello es tan visual que me encantaría verla en la gran pantalla. Las olas del Cantábrico, los vestidos, la arquitectura de Gaudí, la industria metalúrgica del norte, las reuniones de té con pastas, las tertulias de intelectuales, las mesas de juego..., y, por qué no, a Héctor, el magnífico indiano de anchas espaldas.

📓 El estilo. En Un destino propio vamos a disfrutar de una prosa muy elegante y fluida con las adaptaciones necesarias al registro que estamos leyendo sin que estas apreciaciones resulten artificiosas o cargantes. Es cierto que la manera de expresarse de los personajes nos tiene que recordar a las fórmulas del final del s. XIX, las frases corteses, la ingenuidad de las jóvenes, el puritanismo de las mujeres, el orgullo de la supremacía del macho, la impunidad de los terratenientes o del mayorazgo (como se dice en la novela), pero resultan tan naturales que consiguen dos propósitos: leer cómodamente frases que nos son lejanas y situarnos en otra época. 

También nos muestra la diferencia social de las personas más humildes con muestras de un lenguaje menos refinado. En este caso, eliminará sonidos juntando palabras. Tampoco abusará de este recurso. Todo en la novela es comedido y natural.  

📓 La estructura. Aquí es donde María Montesinos me ha conquistado (si es que no lo había hecho ya). La novela es absolutamente lineal, escrita en tercera persona, aunque va alternando las situaciones que viven los dos personajes principales: Héctor y Micaela. Lo he dicho en innumerables reseñas, la estructura clásica me encanta: introducción, nudo y desenlace. ¿Qué tiene de malo? Nada en absoluto, ¡es magnífica! Y yo la necesito y la valoro muchísimo para poder hacer una inmersión en la trama. Necesito vibrar al mismo tiempo que los personajes y se me hace realmente difícil cuando vamos adelante y atrás en el tiempo. Así que no puedo por menos que felicitar a la escritora por su acierto. Pero... es que aquí no se acaba la historia... ¡También hay un epílogo! Que cada vez me doy más cuenta que necesito para acabar completamente satisfecha. En el instante en que la trama principal se acaba, cuando la incertidumbre, los sufrimientos y los desvelos llegan a su fin, es el momento de deleitarnos en el qué pasó después. Y cuando el escritor nos sigue mostrando ese "algo más" un "GRACIAS" en mayúscula (y con luces de neón) se activa en mi mente. Y el epílogo de Un destino propio está a la altura del resto de la novela. Aquí confieso, si no lo hago aquí ¿dónde podré?, que las páginas anteriores al epílogo las he leído en bucle. ¿En bucle? Sí, cuando llegaba al final, volvía a empezar. Y así unas cuantas veces. La escena final del teatro es 💓💓💓 (no tengo palabras). Pero cuando por fin he dejado de repetir las últimas páginas y he llegado al epílogo..., pues ha sido insuperable. Qué maravilla.

📓Los personajes. Los personajes, y sobre todo sus diálogos, son el alma de una novela. Es cierto que una trama hace mucho, puede ser más o menos interesante, pero sin unos personajes fuertes literariamente hablando, la trama más estupenda se puede quedar en una mera anécdota. En este caso, la historia en sí ya es profunda, con subtramas, pero los personajes están tan absolutamente bien perfilados que hacen que me quite el sombrero. La escritora podría haber caído en la trampa de los estereotipos. El malo, la tonta, la cazafortunas, la marimacho, la criada... podría seguir. Pero María Montesinos dota a cada personaje de una contradicción que le hace interesante. Y en los matices sutiles de cada uno de ellos es donde encontramos el talento. Que los personajes nos resulten creíbles, que sus reacciones sean coherentes, hace que una historia brille por sí misma.  

Héctor es un indiano que ha vuelto con una gran fortuna pero con temas pendientes en su tierra natal, Santander. Un indiano que no se avergüenza de su origen humilde pero que tiene un gran afán de superación. Con una gran capacidad para el negocio y con unos bellos sentimientos.

Micaela es la hija de un francés y una castellana. Su padre la educó sin tener en cuenta su condición femenina, alentándola a desarrollar su interés por aprender. Y ahora que ya es una mujer lucha por buscar su lugar en el mundo.

Los personajes secundarios están muy bien. Todos con características propias que hacen que sean únicos.

La escritora además habla de personajes históricos aunque los utiliza para la historia que nos está contando, o sea que no todo lo que se dice de ellos es verdad. Pero da verosimilitud a la novela y me ha encantado. 

📓 El romance. Hay romance, claro que sí. Y es tan bonito... Crece despacio. Empieza con mal pie (nunca mejor dicho, ya veréis por qué), y se va transformando en algo muy profundo. Pero es complicado en la sociedad que viven, donde la mayoría de los matrimonios son de conveniencia, que lo que sienten el uno por el otro pueda llegar a buen puerto. ¿Lo van a conseguir? Pues, yo no os lo diré... Delicado, elegante. Es una historia de amor, aunque hay mucho más, ya que todas las subtramas tienen importancia también. 

📓 Algunas de las subtramas que encontramos en Un destino propio son

📓 La venganza. ¡Ah! Poderosa trama en una novela histórica. La venganza puede tener muchos puntos de vista: la escritora podría tratar de mostrar que hace daño al que la siente, podría mostrar que cuando llega el amor verdadero se olvida, podría mostrar clemencia por los daños colaterales que la ejecución de la venganza se va a cobrar. Pero ¿qué decide hacer María Montesinos? No os lo diré, por supuesto, pero le hago una ovación desde aquí. Magnifique!

📓 La educación. Este es uno de los temas centrales. Son tantas verdades escondidas lo que nos enseña la escritora que tendréis que leer la novela para verlas en la profundidad que se merece. Os apunto algo para que veáis por dónde van los tiros: la diferencia de educación entre hombres y mujeres, las discusiones sobre si una mujer puede ser tan inteligente como un hombre, la necesidad de la educación... Además de todo ello (y más), hay algo que me parece maravilloso, la escritora no condena la falta de educación cuando hay falta de medios, María Montesinos muestra su reprobación ante la falta de amplitud de miras, ante la falta de un pensamiento crítico. Micaela no juzga a sus semejantes por su ignorancia en los estudios, ya que entiende que no todo el mundo ha tenido la oportunidad de estudiar, lo que le repele es que, teniendo estudios, conocimientos e inteligencia, no soporten que ella, por ser mujer, pueda expresar su opinión sobre cualquier tema. La igualdad entre hombres y mujeres, un tema muy conflictivo.

📓 La sociedad. Es complicado combinar las ideas aprendidas e interiorizadas durante toda una vida y el amor que nos provocan nuestros seres queridos. Matrimonio versus supervivencia. Qué situación más dura. Las mujeres debían casarse para que sus maridos las mantuvieran. En esta novela veremos las diferencias de clases, la lucha para salir de un destino nefasto, el interés de la clase alta para que todo continúe igual. ¿Se puede criticar a un pariente por querer asegurarte un futuro? 

📓 El matrimonio y el trabajo. Es evidente que la única manera de que una mujer fuera independiente era tener dinero suficiente para mantenerse. Micaela va a luchar mucho para conseguirlo. Micaela es una heroína que se conduce entre el respeto a su familia y las ansias de volar, tal como ella misma dice cuando menciona La canción del pirata de Espronceda: "Que es mi barco mi tesoro / que es mi dios la libertad".

📓 El marco histórico. La escritora consigue meternos de lleno en una sociedad, un marco histórico, un ambiente... con mucho acierto. No nos abruma con descripciones tediosas, aunque nos acabamos enterando de muchísimos datos históricos (algunos de los cuales no son exactos, en aras de licencias literarias que se toma la escritora tal y como explica al final de la novela). Es difícil mantenerse en el equilibrio entre la descripción de hechos interesantes y los datos que ralentizan el ritmo de la novela. María Montesinos consigue que estos datos se mimeticen con la trama que nos está contando, tal y como hizo el arquitecto catalán Antoni Gaudí cuando integró en su arquitectura elementos de la naturaleza. 


El Capricho, de Antoni Gaudí
📓 La arquitectura. Después de hablar de Antoni Gaudí pensaréis que a santo de qué os lo nombro. Bueno, es que la escritora nos habla tanto de Gaudí como de Güell, y, aunque no aparecen como personajes, sí que se les tiene en cuenta a lo largo de la historia. Y, ¿qué voy a decir yo, que soy catalana y que me encantan las obras de estos dos genios? Pues que también ha sido un plus... uno de tantos que tiene esta novela.

📓Conclusión. Aunque seguiría escribiendo más detalles en esta reseña, creo que ya es lo suficientemente larga, pero, entendedme, he terminado de leer la novela hace un par de horas y tengo una necesidad imperiosa de convenceros de que esta historia os va a gustar tanto como a mí. ¿Qué os puedo decir que no os haya dicho ya? Que María Montesinos escribe tan bien que vais a disfrutar leyéndola. Que esta historia os va a atrapar desde la primera página. Que tiene tantos elementos interesantes que no podréis soltarla hasta que la acabéis. Que os la recomiendo sin ninguna duda. 

Si os ha gustado la reseña y queréis comprar el libro, pinchad el enlace:

Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada