14 de noviembre. Miércoles. FNAC Illa. Barcelona. Llegamos pronto. La sala está llena. Todo el público mira hacia delante. La expectación no tiene límites. Juan Gómez-Jurado va a hablarnos de Reina roja. O de lo que quiera. Escucharlo es sinónimo de pasarlo bien. Y leerlo es sumergirte en otra realidad donde dejas de escuchar lo que se dice a tu alrededor; dejas de notar la temperatura ambiental, y solo vives y respiras a través de los personajes que emergen de sus páginas.
Desde el grupo editorial Penguin Random House nos presentan brevemente al escritor. Y cuando se va, Juan se siente un poco solo en la mesa frente a los asistentes (que somos un montón). Así que se levanta diciendo que se va a la calle a ver si encuentra a alguien que lo acompañe... Y vuelve con Berto Romero. La sala estalla en risas. Si un encuentro con Juan Gómez Jurado ya era bueno, combinado con Berto puede ser apoteósico. Y lo ha sido.
Berto le pregunta sobre la mecánica de escribir un libro.
Juan dice que no sabe muy bien cómo lo hace. Que hay mucha planificación, tanto emocional como argumental.
Berto le pregunta sobre la escena de la persecución en coche.
Juan confiesa que no sabe conducir (muchas risas). Pero que tiene sensaciones, y que las visualiza y las escribe.
Juan le pregunta si después de acabar de leer el libro ha tenido ganas de volverlo a leer.
Berto responde que sí, pero si fuera diferente. En plan "elige tu propia aventura" (más risas).
Juan comenta que ha tardado tres años en escribir Reina roja. Pero que,
cuando una de sus novelas llega al lector, este la devora en días (o horas), y lo primero que preguntan cuando le ven es "y la siguiente ¿pa'cuándo?" (Lo cual provoca hilaridad porque es absolutamente cierto).
Berto comenta que al lector (o espectador en su caso) no le interesa el dolor que hay detrás de una obra.
Juan implica al lector cuando dice que los escritores hacen el 50% de una novela y el otro 50% lo hacen los lectores cuando la leen y la hacen suya.
Berto pregunta cuándo se da por acabada una novela.
Juan explica el proceso de su escritura, que pasa tanto por periodos de encierro inspiracional como por periodos en que la deja reposar. Cuando él la da por finalizada llega el momento de dejarla ver a especialistas que le indiquen los fallos o aciertos de escenas que tratan de temas en los que él no es experto, y de pasarla a gente de confianza que le aconsejarán sobre la parte más emocional de la novela. Dice textualmente: "Necesitas a los demás para que te ayuden a ser el mejor escritor que puedas llegar a ser".
Berto pregunta por qué no se hacen películas de sus libros.
Juan dice que hay proyectos, pero que es muy caro. Nos sugiere que imaginemos que a alguien se le ocurriera hacer una serie televisiva sobre su novela La leyenda del ladrón (aquí hay risas también, pero con un trasfondo de indignación, al menos hablo por mí, por aprovecharse del trabajo de alguien haciéndolo pasar por original. Si no sabéis de qué estoy hablando, buscad por redes).
Juan habla de Antonia Scott, de cuándo aparece en su cabeza, del desarrollo emocional que tiene.
Podríamos seguir y seguir. Escucharlos es como asistir a un diálogo entre cómicos con una base de información que nos interesa muchísimo. Pero hemos empezado a las 7 y hay algo que todos queremos antes de irnos.
Juan pregunta: ¿Cuántos habéis traído Reina roja para que os la firme?
Y más de cien manos se levantan de golpe. No nos va a dar tiempo. Seguro. Pero Juan es mucho Juan y nos tranquiliza diciendo: "De aquí no se va nadie sin su ejemplar firmado. Cuando nos echen de aquí (FNAC cierra a las 9 de la noche), nos vamos a la calle y seguimos allí".
Antes, dejan que los asistentes hagan unas cuantas preguntas:
¿Con qué libro has disfrutado más?
Juan responde preguntando si quiere más a su madre o a su padre. Imposible
responder a eso.
¿Con cuál lo has pasado peor?
Juan dice que hay una escena en El Paciente que le angustió mucho. Que La Leyenda del ladrón le costó mucho de escribir. Y que este último, Reina roja, también ha tenido mucha dificultad.
¿Cuál es la semilla de Antonia Scott?
Juan hace un homenaje a su agente literaria, que es como su madre en el mundo literario.
Berto dice que el personaje masculino le ha llegado más.
Juan responde que ese es el truco del mago.
¿Por qué escribes thriller?
Juan responde que porque muchas cosas le provocan angustia y las vuelca sobre el papel.
En fin. Empezamos con las colas (muy bien organizadas, por cierto) para que Juan vaya firmando ejemplares.
Después de nosotras (uff) se cierra la cola, y los que no han conseguido firma se van a la calle a la espera que Juan siga firmando allí. Os dejo una foto del Instagram de Juan firmando encima de una papelera. Grande hasta el final.
Hemos pasado una tarde estupenda. Las risas han sido las protagonistas.
No hemos empezado a leer Reina roja (nuestra agenda está abarrotada de compromisos y responsabilidades varias), pero de hoy no pasa. Antonia Scott... allá vamos.
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