SINOPSIS
Antonia Scott es una mujer muy especial. Tiene un don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi vacío de Lavapiés, del que no piensa volver a salir. Ya no queda nada ahí fuera que le interese lo más mínimo.
El inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente fácil.
Pero Jon se dará cuenta en seguida de que con Antonia nada es fácil.
Antonia Scott es una mujer muy especial. Tiene un don que es al mismo tiempo una maldición: una extraordinaria inteligencia. Gracias a ella ha salvado decenas de vidas, pero también lo ha perdido todo. Hoy se parapeta contra el mundo en su piso casi vacío de Lavapiés, del que no piensa volver a salir. Ya no queda nada ahí fuera que le interese lo más mínimo.
El inspector Jon Gutiérrez está acusado de corrupción, suspendido de empleo y sueldo. Es un buen policía metido en un asunto muy feo, y ya no tiene mucho que perder. Por eso acepta la propuesta de un misterioso desconocido: ir a buscar a Antonia y sacarla de su encierro, conseguir que vuelva a hacer lo que fuera que hiciera antes, y el desconocido le ayudará a limpiar su nombre. Un encargo extraño aunque aparentemente fácil.
Pero Jon se dará cuenta en seguida de que con Antonia nada es fácil.
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OPINIÓN PERSONAL
Juan Gómez-Jurado ha vuelto. Y es que se había ido para atrapar a los más pequeños cual Flautista de Hamelín, poniendo la semilla de la pasión por la lectura con Alex Colt y Rexcatadores. Pero no podía apartarse más tiempo de sus ansiosos y antiguos lectores, que exigían una nueva novela. Y lo que nos ha traído supera cualquier expectativa que hubiéramos imaginado. Reina Roja.
Por expreso deseo del escritor no puedo desvelar ningún detalle de la novela. No se filtrará ningún spoiler por mí. Podéis leer muy tranquilos esta reseña. Y, si Juan Gómez-Jurado consideraba importante que el lector no supiera nada de antemano, tenía que ser por algo, así que también yo quería la experiencia de empezar el libro a ciegas. No leí ni la sinopsis. Y ha sido sublime.
Ya he enviado whatsapp a amigos y familiares con este texto: "Te recomiendo la novela Reina Roja, de Juan Gómez-Jurado. Absolutamente genial". Sin más. Y estoy segura de que me harán caso. Si pueden contener las ganas hasta Navidad, será un regalo estupendo.
¿Qué tiene Reina Roja que atrapa al lector?
Si algo le agradezco a Juan Gómez-Jurado es que, aunque Reina Roja es absolutamente adictiva y no la puedes soltar una vez has empezado, no me ha angustiado (los lectores de El Paciente me entenderán, aunque El Paciente es una de mis novelas preferidas. Ya que me hizo sufrir mucho, cierto, pero qué sufrimiento más extraordinariamente escrito). Con Reina Roja, el escritor consigue que no puedas dejar de leer la novela y que no te angusties. Estupendo.
Me han gustado especialmente los personajes (todos, principales y secundarios), me ha gustado la trama, me ha gustado el desarrollo, me ha gustado el hilo conductor, me ha gustado el conflicto, me ha gustado el abanico de emociones que muestra... Todo quiere decir TODO.
Y como las reseñas que solo tienen elementos positivos hacen dudar de la veracidad de la reseñadora (en este caso yo misma), y estoy haciendo justamente eso, os aseguro que todo lo que os he dicho es verdad. No hay nada que me sobre, nada que me falte. Esta novela es, a falta de una palabra mejor, perfecta.
Imaginaos con Reina Roja en la mano.
Empezáis a leer la novela.
A medida que os adentráis en sus páginas no os podéis creer que estéis leyendo una trama tan buena.
No podéis asimilar que los personajes sean el alma de una historia ya de por sí espectacular.
Os enfadáis con las obligaciones de vuestro día a día: ir a trabajar, comer, dormir..., todas esas insignificantes rutinas cotidianas os alejan de lo que realmente queréis: leer Reina Roja hasta el final.
Pero, atentos, habéis llegado a la página 431. Empieza la tercera parte. Podéis empezar a temblar, porque a partir de aquí tenéis que tomar una decisión. Y va a ser una decisión muy difícil:
Decisión número 1: Cerrar el libro y esperar a tener unas horas libres por delante para leer la tercera parte.
Decisión número 2: Seguir leyendo hasta el final como si no hubiera un mañana.
¿Cómo que cerrar el libro? ¿Cómo vamos a cerrar el libro ahora? (pensaréis).
Pues de eso precisamente se trata. A partir de aquí no vais a ser capaces de cerrarlo. Podéis intentarlo pero os aseguro que será una misión imposible. Pensadlo bien. Os encontráis en una encrucijada importante. Si ya son las dos de la mañana, se os va a hacer muy tarde. Si os están esperando para una comida, llegaréis al postre o directamente no llegaréis. Si os estáis lavando los dientes mientras leéis (yo lo hago) antes de iros a trabajar... prefiero no dar excusas al absentismo laboral.
Es vuestra decisión. Vuestra y de nadie más. Pero tenedlo claro. Una vez traspaséis el umbral de la página 431, ya no habrá marcha atrás. The end is coming. El final se acerca.
***
¿A quién recomiendo esta novela? A los amantes del género, por supuesto; a los lectores de Juan Gómez-Jurado, y a todos los que quieran disfrutar de una novela magistral.
Si queréis comprar el libro, pinchad el enlace (digital -4,74 €- y papel en tapa blanda):
Por expreso deseo del escritor no puedo desvelar ningún detalle de la novela. No se filtrará ningún spoiler por mí. Podéis leer muy tranquilos esta reseña. Y, si Juan Gómez-Jurado consideraba importante que el lector no supiera nada de antemano, tenía que ser por algo, así que también yo quería la experiencia de empezar el libro a ciegas. No leí ni la sinopsis. Y ha sido sublime.
Ya he enviado whatsapp a amigos y familiares con este texto: "Te recomiendo la novela Reina Roja, de Juan Gómez-Jurado. Absolutamente genial". Sin más. Y estoy segura de que me harán caso. Si pueden contener las ganas hasta Navidad, será un regalo estupendo.
¿Qué tiene Reina Roja que atrapa al lector?
- Un ritmo trepidante que no decae en ningún momento.
- Unas frases cuidadísimas que te obligan a releerlas para saborearlas.
- Una forma especial de dominar la ortotipografía (las cursivas, los pensamientos intercalados entre las frases, el texto centrado...) que activa aún más tu atención a lo que estás leyendo.
- Unos personajes extraordinarios.
- Originalidad.
- Los guiños.
Si algo le agradezco a Juan Gómez-Jurado es que, aunque Reina Roja es absolutamente adictiva y no la puedes soltar una vez has empezado, no me ha angustiado (los lectores de El Paciente me entenderán, aunque El Paciente es una de mis novelas preferidas. Ya que me hizo sufrir mucho, cierto, pero qué sufrimiento más extraordinariamente escrito). Con Reina Roja, el escritor consigue que no puedas dejar de leer la novela y que no te angusties. Estupendo.
Me han gustado especialmente los personajes (todos, principales y secundarios), me ha gustado la trama, me ha gustado el desarrollo, me ha gustado el hilo conductor, me ha gustado el conflicto, me ha gustado el abanico de emociones que muestra... Todo quiere decir TODO.
Y como las reseñas que solo tienen elementos positivos hacen dudar de la veracidad de la reseñadora (en este caso yo misma), y estoy haciendo justamente eso, os aseguro que todo lo que os he dicho es verdad. No hay nada que me sobre, nada que me falte. Esta novela es, a falta de una palabra mejor, perfecta.
Una advertencia. Es importante:
Empezáis a leer la novela.
A medida que os adentráis en sus páginas no os podéis creer que estéis leyendo una trama tan buena.
No podéis asimilar que los personajes sean el alma de una historia ya de por sí espectacular.
Os enfadáis con las obligaciones de vuestro día a día: ir a trabajar, comer, dormir..., todas esas insignificantes rutinas cotidianas os alejan de lo que realmente queréis: leer Reina Roja hasta el final.
Pero, atentos, habéis llegado a la página 431. Empieza la tercera parte. Podéis empezar a temblar, porque a partir de aquí tenéis que tomar una decisión. Y va a ser una decisión muy difícil:
Decisión número 1: Cerrar el libro y esperar a tener unas horas libres por delante para leer la tercera parte.
Decisión número 2: Seguir leyendo hasta el final como si no hubiera un mañana.
¿Cómo que cerrar el libro? ¿Cómo vamos a cerrar el libro ahora? (pensaréis).
Pues de eso precisamente se trata. A partir de aquí no vais a ser capaces de cerrarlo. Podéis intentarlo pero os aseguro que será una misión imposible. Pensadlo bien. Os encontráis en una encrucijada importante. Si ya son las dos de la mañana, se os va a hacer muy tarde. Si os están esperando para una comida, llegaréis al postre o directamente no llegaréis. Si os estáis lavando los dientes mientras leéis (yo lo hago) antes de iros a trabajar... prefiero no dar excusas al absentismo laboral.
Es vuestra decisión. Vuestra y de nadie más. Pero tenedlo claro. Una vez traspaséis el umbral de la página 431, ya no habrá marcha atrás. The end is coming. El final se acerca.
***
¿A quién recomiendo esta novela? A los amantes del género, por supuesto; a los lectores de Juan Gómez-Jurado, y a todos los que quieran disfrutar de una novela magistral.
Si queréis comprar el libro, pinchad el enlace (digital -4,74 €- y papel en tapa blanda):
Hola me gusto la reseña y gracias por la recomendación. Saludos.
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