SINOPSIS
"¿Sabes qué se siente cuando te abraza alguien que ya no pertenece a este mundo?". No todos los días uno burla a la muerte. Pero en el caso de Gabriel, un joven licenciado que acaba de llegar al pueblo, ese no será el peor de sus problemas. Muchos en su situación, casi habrían preferido morir.
"¿Sabes qué se siente cuando te abraza alguien que ya no pertenece a este mundo?". No todos los días uno burla a la muerte. Pero en el caso de Gabriel, un joven licenciado que acaba de llegar al pueblo, ese no será el peor de sus problemas. Muchos en su situación, casi habrían preferido morir.
FICHA
El burlamuertes
Colección El café de Canterville Minerva Gallofré
Editorial: Tres inviernos (50 páginas)
Género: Fantasía
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OPINIÓN PERSONAL
El burlamuertes, de Minerva Gallofré, es el último pequeño librito (bolsilibro) de fantasía de la colección El café de Canterville del que haré reseña. De momento, publicados, no hay más.
Y este, precisamente por ser el último que he leído, me ha dejado con ganas de más. Creo que el tema que se trata daba para muchas más páginas.
Este relato, como todos los demás de la serie, transcurre en El café de Canterville. Esta vez Margaret va a estar acompañada por dos clientes. Uno de ellos le va a explicar que a su abuelo le dispararon en la guerra pero que sobrevivió porque "alguien" pudo burlar a la muerte por él. El otro cliente del café, naturalmente, es escéptico a creer tamaña insensatez, y como nos pasa a todos los que juramos y perjuramos que "jamás" haremos tal o tal cosa, que "nunca" toleraremos tal otra o que "jamás de los jamases" consentiremos lo que sea, al final la vida parece que se ríe de nosotros y nos pone en la tesitura de transigir o creer o aceptar aquello que nos habíamos jactado de no hacer pasara lo que pasase.
Como los anteriores libritos, el tema central será la muerte (excepto, quizás, el de El Lutier de las hadas), pero visto desde otro punto de vista.
Muchísimas historias se han contado sobre gente que ha estado a punto de cruzar al otro lado y que ha vuelto. El túnel, el familiar que te espera, la luz... todos ellos son elementos que nos son conocidos y que no hace falta explicarlos. ¿Y qué hace Minerva Gallofré? Preguntarnos quién es la persona que nos espera. Caramba. Eso lo teníamos claro ¿no?
Margaret solo lanza la pregunta, con una ligera inclinación de cabeza, cruzándose de brazos... pero algo en su gesto nos induce a preguntar qué quiere decir con ello. ¿Con ello? ¿Con qué? Margaret solo nos ha preguntado, no ha afirmado nada. Pero en realidad no hace falta, con la sabiduría ancestral de una bruja que no da puntada sin hilo, sabemos que su pregunta encierra una verdad. La cuestión es saber qué verdad encierra. Minerva, ¡no nos puedes dejar así!
¿Y cuál es la consecuencia del paseo por el más allá? La locura, perderse a sí mismo. ¿Cómo se puede vivir aceptando que has estado muerto? Es demasiado.
En fin, me encantan las historias sobre el puente entre los dos mundos... y ahí lo dejo. El tema me ha gustado mucho pero se me ha hecho muy, pero que muy, corto.
Este relato, como todos los demás de la serie, transcurre en El café de Canterville. Esta vez Margaret va a estar acompañada por dos clientes. Uno de ellos le va a explicar que a su abuelo le dispararon en la guerra pero que sobrevivió porque "alguien" pudo burlar a la muerte por él. El otro cliente del café, naturalmente, es escéptico a creer tamaña insensatez, y como nos pasa a todos los que juramos y perjuramos que "jamás" haremos tal o tal cosa, que "nunca" toleraremos tal otra o que "jamás de los jamases" consentiremos lo que sea, al final la vida parece que se ríe de nosotros y nos pone en la tesitura de transigir o creer o aceptar aquello que nos habíamos jactado de no hacer pasara lo que pasase.
Como los anteriores libritos, el tema central será la muerte (excepto, quizás, el de El Lutier de las hadas), pero visto desde otro punto de vista.
Muchísimas historias se han contado sobre gente que ha estado a punto de cruzar al otro lado y que ha vuelto. El túnel, el familiar que te espera, la luz... todos ellos son elementos que nos son conocidos y que no hace falta explicarlos. ¿Y qué hace Minerva Gallofré? Preguntarnos quién es la persona que nos espera. Caramba. Eso lo teníamos claro ¿no?
Margaret solo lanza la pregunta, con una ligera inclinación de cabeza, cruzándose de brazos... pero algo en su gesto nos induce a preguntar qué quiere decir con ello. ¿Con ello? ¿Con qué? Margaret solo nos ha preguntado, no ha afirmado nada. Pero en realidad no hace falta, con la sabiduría ancestral de una bruja que no da puntada sin hilo, sabemos que su pregunta encierra una verdad. La cuestión es saber qué verdad encierra. Minerva, ¡no nos puedes dejar así!
¿Y cuál es la consecuencia del paseo por el más allá? La locura, perderse a sí mismo. ¿Cómo se puede vivir aceptando que has estado muerto? Es demasiado.
En fin, me encantan las historias sobre el puente entre los dos mundos... y ahí lo dejo. El tema me ha gustado mucho pero se me ha hecho muy, pero que muy, corto.
Como la anterior reseña, os animo a leer estos pequeños bolsilibros (y a escuchar la música y a ver las ilustraciones). Acompañad la lectura con un café con crema y caramelos toffe. El sabor de los recuerdos.
Si os ha gustado la reseña y queréis comprar el libro, pinchad el enlace.
Booktrailer
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