
Esta vez nuestra merienda temática incluía humus con olivada, tal y como aparece en una escena de la novela cuando Helena se lo da de comer a sus hijos y se extrañan porque recuerdan que los garbanzos son redondos y aquí están hechos puré.
El mes de julio nos envuelve en un halo de calor, vacaciones y sed, así que las asistentes valientes que desafiaron el fuego que subía desde el suelo en pleno passeig de Gràcia merecen una mención especial. Pero, claro, no debemos olvidar que asistir a nuestro club de lectura, más que una obligación, se ha convertido en un momento de paréntesis de nuestro día a día que esperamos con ilusión. Así que gracias a todas por venir y un beso a las que no pudieron.