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Eva Tramell ha acabado una carrera en la Universidad de San Diego donde vivía con su padre y encuentra un trabajo de ayudante en una empresa de publicidad en Manhattan. Su amigo Cary Taylor es modelo y le acompaña allá donde va. Ambos han vivido una infancia dura y traumática que les ha unido y les ha hecho amigos inseparables.
Eva hace una visita al edificio donde trabajará y casualmente se encuentra a Gideon Cross, un hombre "oscuro y peligroso" y terriblemente atractivo que hará saltar tanto sus alarmas interiores de precaución como su imaginación más caliente. Pero, a pesar de que el sexo aparecerá rápidamente, conseguir hacer funcionar una relación entre Eva y Gideon será muy difícil, porque necesitarán ser sinceros y extremadamente valientes.
La saga Crossfire está teniendo un fascinante éxito internacional, y cuando un género se pone de moda, es fácil que se caiga en el error de creer que el público es capaz de leer cualquier cosa que responda a un patrón. Desde aquí, ya digo que no. Hay muchas novelas eróticas que plantean un escenario en el que un miembro de la pareja ha sufrido abusos cuando era pequeño, o ha tenido carencias afectivas, o los desengaños amorosos le han convertido en un cínico; y el hecho de conocer a una persona que vea en su interior lo que otros no han visto hace que logre ser una persona que gracias al amor y al sexo increíblemente bueno vuelva a ser feliz.
En Crossfire encontramos estos elementos, es cierto, pero también hay mucho más. En esta saga los abusos sexuales se convierten en la base de toda la trama, y se hace toda una terapia psicológica y afectiva sobre el tema. Hay un momento en que Eva pregunta si es posible que dos personas que han sufrido abusos sean capaces de llevar una vida plena y feliz. Cuando el terapeuta afirma rotundamente que sí, es cuando nos damos cuenta de que la escritora está enviando un mensaje de esperanza a todas aquellas personas que continúan luchando indefinidamente para no dejar que el pasado arruine su presente, su futuro, su felicidad, su derecho a decidir con independencia y no como reacción a los abusos que sufrió.
En una relación afectiva siempre se corre el riesgo de que haya uno que anule al otro, y en la relación de codependencia tan extrema entre el Gideon y Eva el peligro es aún mayor. ¿Cómo se gestionan todas las inseguridades que conlleva esto? Sylvia Day describe estas emociones de una manera tan real, que las sientes como propias. Celos, inseguridad, fuga por cobardía, confianza... En definitiva, pasión. Sin embargo, ¿y cuando amas desesperadamente y la dirección de este amor te lleva a un lugar desconocido y peligroso? ¿Y si necesitas sentirte cogido a un amarre que te dé seguridad y no eres capaz de lanzarte a lo desconocido? Si habéis sentido alguna vez pasión, ya sean celos, envidia, dolor, lujuria o amor, reconoceréis que la escritora tiene un talento fantástico, porque recordaréis los momentos en que sentisteis estas emociones y conectaréis con los protagonistas. Los entenderéis a un nivel visceral porque sabréis, más allá de lo que leáis, lo que realmente tienen el corazón.
La escritora nos plantea dudas morales muy interesantes, que no os quiero contar aquí para no haceros spoilers, pero que nos dirán que no hay una sola solución correcta, que cada pareja tiene su ritmo, sus necesidades, sus respuestas. Preguntas sobre la fidelidad, el dinero, los secretos, la lealtad, sobre personas que se sienten tan dolidas que no pueden soportar que les hagan más daño y entonces ellos mismos boicotean su propia felicidad.
Los libros son altamente sensuales, con un contenido erótico desmesurado. Cada poquísimas páginas hay un encuentro sexual descrito con mucho detalle y con un vocabulario tan rico que consigue no repetirse mucho ni hacerse pesado. Teniendo en cuenta que lo más atrevido que describe es un encuentro en un columpio (aquí no leeréis nada muy escandaloso pero sí que veréis que el sexo es muy explícito), sorprende todas las variaciones que te va planteando, las pequeñas novedades que va incorporando, lo que hace que cada relación sexual sea diferente y que responda a un motivo diferente.
Lo que considero que es innecesariamente exagerado son algunos elementos puramente sexuales de los encuentros, y no le veo ningún sentido. Sí que es cierto que están haciendo una terapia a través del sexo, pero hay ciertas limitaciones físicas que aquí se han obviado como licencia literaria extrema. Repito, en mi opinión, absolutamente innecesario.
Sorprende que la historia se vuelva tan interesante que acabes considerando que las escenas de sexo deberían disminuir porque quieres saber más sobre la trama. Una novela erótica que trasciende más allá del sexo explícito que describe. Hay, incluso, una trama policial. No os digo nada más.
Sylvia Day concibió esta saga como una trilogía, pero pienso que los personajes tomaron vida propia y quisieron contar su propia historia, con lo que faltaban muchas más páginas para concluir todo lo que había comenzado. Recuerdo que mientras lo leía, iba mirando las páginas que me quedaban y pensaba que era imposible que pudiera finalizar todos los frentes que había abierto, que todavía quedaban muchos hilos para rematar, y al final del tercer libro encontré un: "Sí, querido lector. Tienes razón. Es imposible que éste sea el final. El viaje de Gideon y Eva aún no ha terminado. Estoy deseando ver adónde nos lleva después. Con mis mejores deseos, Sylvia." Y, por lo tanto, lo que en un principio era una trilogía, será una pentalogía. El cuarto ya ha salido y estamos pendientes de la publicación del quinto, que no sabemos cuándo será.
Si no has leído nunca una novela erótica, pero tienes curiosidad por leer una; si has leído novelas eróticas, pero no te acaban de convencer; si has leído este género y te encanta; si... en cualquier caso, no te puedes perder la saga Crossfire. Vale la pena.
Libros de la saga:
1. No te escondo nada
2. Reflejada en ti
3. Atada a ti
4. Cautivada por ti
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