Persuasión. Jane Austen (reseña en castellano)

TÍTULO Persuasión
AUTOR Jane Austen
EDITORIAL Alianza (entre otras)
AÑO 1818
GÉNERO narrativa romántica
DISPONIBLE EN e-book, papel
IDIOMAS catalán, castellano

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SINOPSIS

Anne era muy joven cuando se enamoró perdidamente de Frederick Wentworth, pero Lady Russell, amiga de la familia, no considera que éste sea un pretendiente apropiado y la obliga a rechazarlo. Anne acata las órdenes con gran pesar y rompe el corazón de Frederick. Ocho años más tarde se van a volver a encontrar. Los sentimientos de Anne no han cambiado, pero ¿y los del Capitán Wentworth?

OPINIÓN PERSONAL

Persuasión es la primera novela que he leído de Jane Austen. Creo que he visto un par de las películas que han hecho basadas en sus libros. Nada más. Hasta aquí llegan mis conocimientos sobre esta escritora. El sábado 19 de marzo de 2016, en la Casa del Libro de Barcelona, se dará lugar la reunión del Club de Lectura donde se va a hablar de Persuasión y tenía que leer la novela. Bueno, pues a leerla. Y, aunque creo que nunca hubiera escogido por mí misma su lectura, resulta que me ha sorprendido gratamente. 

Mientras leía Persuasión me he imaginado a Jane Austen sentada detrás de una mesa, delante de un gran ventanal desde donde ver la campiña inglesa, mientras una persistente llovizna sume a la escritora en una gran melancolía... 

Y es en este marco ambiental que he de situar la historia angustiosa y terrible que nos muestra la escritora. No, no os creáis que es una trama que va a acabar mal o que su prosa es ilegible... Jane Austen nos escribe, nos dedica una realidad que el tiempo y los corazones románticos se han encargado de edulcorar, hasta el punto de hacernos suspirar de anhelo por un pasado espléndido de largas faldas y de masculinos caballeros.

La escritora nos cuenta, como si de un género epistolar se tratara (ya que hay pocos diálogos), una realidad cotidiana para ella en la que la mujer no tiene libertad, ni ocupación, ni educación fuera de lo que se considera estrictamente femenino. Tal drama es magistralmente dibujado a través de las palabras de la protagonista: "Vivimos en casa, quietas, retraídas, y nuestros sentimientos nos avasallan. Ustedes se ven obligados a andar. Tienen una profesión, propósitos, negocios de una u otra clase que los llevan sin tardar de vuelta al mundo, y la ocupación continua y el cambio mitigan las impresiones." Podría parafrasear este discurso pero es de una claridad meridiana: las mujeres esperan, ven la vida pasar ante sus ojos, como si estuvieran en un escaparate con la esperanza de ser compradas por alguien de su agrado. Si no las compran a tiempo se marchitan, envejecen y entonces nadie las quiere poseer, deben rezar para tener la fortuna de que una alma caritativa las mantenga. Qué vida más terrible.

A tenor de lo que he comentado, he de decir que, mientras leía esta novela, he tenido presente en mi cabeza una frase de Isabel Allende que decía (más o menos) que cuando oía que el feminismo estaba pasado de moda algo la indignaba por dentro, ya que, gracias a que había habido mujeres como ella que habían luchado por los derechos de todas, ahora gozábamos del resultado. Qué inconsciencia por nuestra parte ignorar la lucha y beneficiarnos de sus logros. Y, aunque soy consciente de cómo vivían las mujeres hace muy poco y de cómo viven algunas mujeres en otras partes del mundo, cuando he leído Persuasión es como si el testimonio de Jane Austen me hubiera calado hondo. 

Entiendo que el drama es un arma de doble filo. Qué triste para las mujeres no poder escoger, no sentirse útiles, rebajar su vida a ser un simple florero. Qué triste para el hombre no ser capaz de encontrar una compañera de vida y que tenga que cargar con un estorbo del que no está enamorado. Cada vez cobra más sentido la necesidad de los clubs masculinos, donde el hombre podía ser apreciado por su inteligencia, por sus éxitos... Una sociedad encorsetada para todos que aislaba a los individuos por razón de su sexo (entre muchas otras discriminaciones).

En fin, que pensaba que me encontraría con una novelita romántica anticuada y resulta que he apreciado la prosa de una mujer del s. XIX que fue capaz de rebelarse contra su falta de libertad y 200 años más tarde sigue siendo un ejemplo de lo que fue la vida de las mujeres.  

Jane Austen nos cuenta una historia, como si nosotras fuéramos sus amigas, y se regocija en detalles simples, como es recibir una tarjeta de visita, o detalles mucho más preocupantes como puede ser la vergüenza de bajar de estatus en una sociedad donde las apariencias son tan importantes. Diversos personajes cambian su posición a lo largo de esta novela: el padre de Anne, que ha vivido por encima de sus posibilidades, debe abandonar su hogar para trasladarse a otra zona donde la vida sea más económica, y sus asesores se mueven en un terreno pantanoso donde tienen que aconsejar una reducción de gastos pero sin avergonzar a su cliente, y gracias al arte de la persuasión consiguen que parezca que el padre de Anne hace un favor a los inquilinos al concederles el honor de alojarse en su casa a cambio de un alquiler muy alto. Al contrario sucede con el Capitán Wentworth, que al principio de la historia no es digno de pretender a la protagonista, y cuando vuelve con una fortuna en el bolsillo es reconsiderado favorablemente.

Las relaciones afectivas entre los hombres y las mujeres son descritas como terriblemente limitadas: una mirada, un estremecimiento o un puño apretado y rápidamente relajado son señales de las emociones no comunicadas y sí sentidas que van a dar pistas sobre qué se pretende. Que un hombre muestre un cierto interés por una dama lo puede condenar a un compromiso no deseado, pero sí esperado, ante el cual no puede negarse por miedo a agraviar gravemente a la depositaria de su afecto. Relaciones tan diferentes que parecen increíbles.  

Jane Austen se atreve incluso a incluir un misterio, que queda desvelado en las últimas páginas de la novela, sobre un personaje que parece ser una cosa y en realidad es otra muy diferente.

Así pues esta historia nos teje un mundo lleno de segundas intenciones donde las pasiones, el amor, la educación y las costumbres son personajes que nos acompañan.   

Lectura imprescindible para feministas, para mujeres que consideran que el feminismo está pasado de moda, para adolescentes que no son conscientes de su propia libertad y, por descontado, para los amantes de la novela histórica.

Te espero hoy, en la Casa del Libro de passeig de Gràcia de Barcelona, a las 18 h para seguir desgranando la novela. Como has visto, hay mucho de lo que hablar.